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De cómo creció la población sevillana

Demografía de Sevilla en el siglo XVI

Sevilla en 1593
Alrededores de Sevilla, 1593

No es fácil precisar con exactitud la población sevillana del siglo XVI dada la carencia de estudios demográficos en la época y la población flotante de Sevilla en este siglo. Los datos se suelen extraer de censos fiscales, que sólo recogían a los cabezas de familia y no de toda la población. Se escapan las minorías étnicas, los habitantes de los corrales de vecinos y otros colectivos como cárceles, hospitales, los exentos de aparecer en ciertos censos y los arrabales, como San Bernardo o Los Humeros. Además, los censos registraban "familias" o "vecinos", no individuos. Por ello, decía el cronista Morgado:

"Y assí no se puede dar cuenta de cierta en la vezindad de Sevilla, y porque también se usa bivir muchos vezinos (de gentes que no pueden tanto) en una casa, como yo se entre otras casas de vezindad, una de ciento y diez y ocho vezinos".

Comoquiera que los censos, además de excluir a muchos colectivos, sólo computaban las familias, sólo podemos efectuar cálculos aproximados de la población de Sevilla en esta época. Aquí, cada historiador utiliza una coeficiente multiplicador diferente: 4.5, 5 ó 6 para deducir el total de habitantes.

Por otra parte, una valiosa fuente son los registros parroquiales, los llamados libros sacramentales. El Concilio de Trento estableció en 1563 que todos los párrocos llevasen unos libros donde se registrasen los bautismos y matrimonios que se celebrasen:

"Tenga el párroco un libro en que escriba los nombres de los contrayentes y de los testigos, el día y lugar en que se contrajo el Matrimonio, y guarde él mismo cuidadosamente este libro"

Concilio de Trento. Decreto de Reforma sobre el Matrimonio. Sesión XXIV.11 noviembre 1563.

Más tarde se incluyeron las defunciones (sacramento de la extramaunción). No obstante, algunos de estos registros ya se llevaban en Sevilla con anterioridad; por ejemplo, el de bautismos de la iglesia de San Ildefonso data de 1429, aunque lo normal es que estos libros se inicien la primera mitad del siglo XVI. En cuanto a los padrones eclesiásticos, se le escapan colectivos como los judeos-conversos o moriscos.

Así podemos ofrecer estos datos demográficos en que existe más o menos consenso:

año habitantes
1384 15.000
1500 60.000
1534 55.000
1565 109.000
1588 129.400
1591 115.800
1597 121.000

De estas cifras se desprende el enorme crecimiento de la ciudad en este siglo XVI, que duplicó su población. Sevilla llega a ser una de las ciudades más pobladas de Europa. No obstante, se observa un descenso en el primer tercio del siglo, provocado por las epidemias de peste y la emigración al Nuevo Mundo. Hubo pestes en 1507 (en una sola semana murieron 1500 en la parroquia de la Magdalena), en 1510, 1520, 1523, 1557, ... Epidemias, guerras y emigración explican el comentario del embajador veneciano Andrea Navajero, cuando acude a la boda del Emperador Carlos V, de que Sevilla está "casi en poder de las mujeres".

"... salen tantas personas para el Nuevo Mundo, que la ciudad se halla poco poblada y casi en poder de las mujeres. Todo el vino y el trigo que aquí se cría se manda a las Indias, y también se envian jubones, camisas, calzas y cosas semejantes que, hasta ahora no se hacen allá y de que sacan grandes ganancias."

Andrea Navajero (1526)

Ni la población ni el crecimiento fueron uniformes en la ciudad. Las parroquias que acogen a un mayor número de vecinos eran, por orden descendente, Santa María o Sagrario, por estar en el centro religioso, político y económico; El Salvador, Santa Ana (Triana: marineros, artesanos y hortelanos), Omnium Sanctorum (artesanos), la Magdalena (mercaderes y marineros), San Vicente (marineros, artesanos y nobles) y San Lorenzo. La parroquia de San Vicente es la que experimenta a lo largo del siglo un mayor crecimiento, quizás por su buena situación, a orillas del río, no muy lejos del centro oficial de la ciudad y con terrenos para levantar nuevas edificaciones; allí se concentra buena parte de la nobleza sevillana. Otras parroquias registran, por el contrario, un escaso número de vecinos, como las de San Bernardo, San Roque, San Ildefonso o San Román. La mayor parte de ellas estaban situadas en zonas más pobres y con una elevada población flotante.

"... y dando la vuelta a la Iglesia Mayor está el gran barrio de la calle Abades, aunque mejor se dirá barrio de clérigos, los cuales por ser más cercanos al santo sevillano templo o Iglesia Mayor, tomaron por calles para sus viviendas a aquellas calles, a las cuales, todas juntas, el barrio de calle Abades nombramos. Junto a este barrio está el de Placentines, del nombre de los Plasencia en España, porque naturales de estas dos ciudades poblaron allí."

Luis de Peraza
(escribió hacia 1535 la primera Historia de Sevilla conocida*)

La explicación a este importante crecimiento demográfico que experimenta la ciudad en el quinientos hay que buscarla en la fuerte inmigración de españoles procedente del centro y del norte del país, y de extranjeros que acudieron a Sevilla, atraídos por la riqueza que suponía el Nuevo Mundo. A ello debe unirse un crecimiento vegetativo importante (diferencia entre el número de nacimientos y de defunciones).

Este crecimiento en la capital también se reflejó en su provincia, que también experimenta un crecimiento sostenido a lo largo de la centuria, en particular los pueblos más cercanos, al convertirse la capital en "cabecera de Indias". Algunos de los pueblos sevillanos alcanzan a fines del XVI una población mayor que la de muchas ciudades castellanas. Carmona tenía alrededor de 8.000, Marchena 7.000 y Ecija cerca de 20.000.

La provincia de Sevilla en 1579
La provincia de Sevilla en 1579

(*) "Historia de la ciudad de Sevilla", Luis de Peraza. Colección Clásicos sevillanos. Ayuntamiento Sevilla 1997

 

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