Nicaragua defiende la paz y Cuba la apoya

Ante los intentos desestabilizadores de los últimos días en Nicaragua, la posición de Cuba es de reiterado respaldo a la nación y al Gobierno sandinista encabezado por el Comandante Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo, destacó este sábado la Cancillería cubana.

En una declaración emitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Isla, se denuncian «los intentos que apuntan a desestabilizar a la República de Nicaragua, un país que vive en paz y donde se han conseguido notables avances sociales, económicos y de seguridad en favor de su pueblo».

Asimismo, el texto reafirma el compromiso de la patria de Martí con «los principios de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada por los Jefes de Estado y Gobierno durante la II Cumbre de la Celac, en enero del 2014».

En tanto, rechaza «la injerencia en los asuntos internos de esa hermana nación» que, el propio sábado, vivió una intensa jornada de marchas en las que miles de nicaragüenses confluyeron en su clamor por la paz y el éxito del diálogo nacional.

Con la Conferencia Episcopal como mediador y testigo del diálogo a solicitud del mandatario Ortega, respondieron al llamado de su Presidente estudiantes, trabajadores, católicos y evangélicos, quienes se unieron a organizaciones de la sociedad civil, instituciones gubernamentales y asociaciones de combatientes y veteranos de guerra ante la necesidad de «facilitar el clima de diálogo» y  restablecer la tranquilidad en la nación.

Durante la última semana, organismos internacionales y gobiernos amigos apostaron por las conversaciones entre los diferentes sectores en pos de la reconciliación.

Rusia, uno de los países que confía en la capacidad de encontrar soluciones pacíficas a las dificultades surgidas, resaltó en un comunicado dirigido al Ejecutivo que «la estabilidad interna y el movimiento ulterior hacia el progreso social y prosperidad es la garantía de la solución exitosa de los problemas existentes».

El presidente Daniel Ortega anunció la revocación de las medidas sobre el seguro social que, según dijo, sirvieron de detonante para la oleada de violencia, en un país constantemente asediado por presiones y pretensiones estadounidenses de carácter injerencista y motivadas por la derecha.