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EN
CALIENTE
Conservadores
buscan sustituto
Alvarado inhibido, Partido Conservador
lo nombra jefe de campaña y futuro ministro
de la Presidencia
Lourdes
Arróliga
Después
de una vigilia de catorce días en las instalaciones del Consejo
Supremo Electoral (CSE) a la espera de una resolución final, la
guillotina política cayó sobre José Antonio
Alvarado, candidato vicepresidencial por el Partido Conservador, quien
fue inhibido de participar en las elecciones nacionales del próximo
cuatro de noviembre.
La votación fue dividida; cuatro votos de los magistrados liberales
eliminaron a Alvarado, decisión que se impuso ante los tres votos
de los magistrados sandinistas, a favor de la participación del
político.
La impugnación de oficio emitida por el CSE, se basó en
el artículo 77 inciso octavo de la Ley Electoral, que establece
que aquellos ciudadanos que hubiesen renunciado a otra nacionalidad
antes de la entrada en vigencia de la presente Ley, deberán presentar
copia de La Gaceta, Diario Oficial, en la que ofrece dicha renuncia.
Sin embargo, una fe de errata publicada en La Gaceta el 22 de marzo
del 2000, cambió la palabra ofrece por conste.
Este fue el argumento utilizado para la muerte política de Alvarado.
No se está cuestionando su nacionalidad. Él es nicaragüense,
pero la Ley Electoral exige ciertos requisitos para los candidatos
y él no presentó la publicación de La Gaceta en
la que conste que renunció a la nacionalidad norteamericana,
dijo Roberto Rivas, presidente del CSE, quien también es pariente
lejano de Alvarado y colega de labores en la Universidad Católica
(UNICA), en la cual ambos son funcionarios.
Las
pruebas de Alvarado
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José
Antonio Alvarado |
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Al momento
de inscribir su candidatura ante el CSE, Alvarado presentó una
publicación de La Gaceta número 49, que demuestra
que recuperó su nacionalidad nicaragüense.
El inciso tercero de dicho documento especifica que el señor
José Antonio Alvarado Correa, ha hecho manifiesto su deseo de recuperar
la nacionalidad nicaragüense, renunciando expresamente a la nacionalidad
adquirida mediante solicitud debidamente autenticada. Además,
presentó certificación del Departamento de Estado, en la
que consta que renunció a la ciudadanía estadounidense.
Sin embargo, esto no fue suficiente, pues la decisión de los magistrados
liberales era irrevocable. Sólo presentó la recuperación
de la nacionalidad nicaragüense, pero tenía que publicar en
La Gaceta una constancia de la misma, insistió Rivas.
Momentos antes de conocer la resolución oficial del CSE, Alvarado
en compañía de Noel Vidaurre, candidato presidencial
del Partido Conservador, notificaron a los medios de prensa la inhibición
del político.
Hemos recibido una llamada de adentro diciéndonos sobre el
asesinato político que acaban de cometer las autoridades del Consejo
Supremo al inhibir de oficio a José Antonio Alvarado, dijo
Vidaurre, en las afueras del CSE ante un grupo de simpatizantes del vicepresidencial.
No existe ningún argumento jurídico válido.
Esta es una decisión política que han tomado los magistrados
liberales que responden al doctor (Arnoldo) Alemán (presidente
de la República), agregó el presidencial de los conservadores.
Por su parte, Alvarado cuestionó la confiabilidad del
proceso electoral del cuatro de noviembre próximo. La credibilidad
del Consejo está por el suelo, no existe, tampoco la legitimidad
en la toma de decisiones. Podríamos argumentar que se han abierto
las puertas de un caos electoral, indicó.
El vicepresidencial lamentó el fallo en su contra no porque
no pueda correr en esta candidatura, sino porque se ha sentado una herida
en el corazón de los nicaragüenses, en la oportunidad que
debe tener un pueblo para expresar su criterio y su derecho.
Partido
Conservador tendrá nuevo plazo
La parálisis que causó el caso Alvarado en el CSE produjo
un retraso de dos semanas en el calendario electoral. Las autoridades
han decidido fijar nuevos plazos para los requerimientos de los partidos
políticos de cara a los comicios nacionales.
Ahora el Partido Conservador tendrá como plazo hasta el 26 de junio
para inscribir a su candidato vicepresidencial. ¿Quién será
el sustituto de Alvarado?
En la atmósfera se mencionan varios nombres: Rosa Marina Zelaya,
ex presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), la empresaria Lucía
Salvo, Cristiana Chamorro, hija de la ex presidente de Nicaragua, Violeta
Barrios de Chamorro, y Mario Rappaciolli, Ernesto Leal, y Edgard Paguaga,
éstos últimos líderes conservadores.
Sin embargo, Vidaurre negó dichos nombramientos. Cualquier
nombre que se diga no es más que especulación, porque no
hay ninguna conversación sobre el tema todavía. No tenemos
al candidato sustituto, es algo que tenemos que discutir con mucha calma.
Vamos a sentarnos a conversar con José Antonio y con otros miembros
del partido y de la alianza para que finalmente se tome una decisión
oportunamente, declaró.
Vidaurre también anunció el nombramiento de José
Antonio Alvarado como jefe de campaña del Partido Conservador y
futuro ministro de la Presidencia y miembro del gabinete del gobierno
conservador.
En las elecciones municipales del 2000 el CSE inhibió a Pedro Solórzano,
candidato a alcalde de Managua por el Partido Conservador el favorito
a ocupar el cargo según las encuestas, por no ser habitante
del municipio, de acuerdo a la interpretación de la Ley Electoral
por parte de los magistrados de ese poder.
Solórzano fue nombrado jefe de campaña del partido para
impulsar al candidato sustituto William Báez. Sin embargo los esfuerzos
fueron vanos. La alcaldía capitalina quedó en manos de Herty
Lewites, el candidato del Frente Sandinista.
Etica y Transparencia en desacuerdo con fallo
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Carlos
Tünnermann |
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El organismo
cívico Etica y Transparencia manifestó su desacuerdo con
la resolución del CSE en contra de Alvarado. El Consejo no
hubiera inhibido a Alvarado de oficio, eso le correspondía a los
partidos políticos, dijo Carlos Tünnermann, presidente
del mismo.
El artículo 84 de la Ley Electoral dice que cuando se deniegue
una solicitud o rechace a un candidato por no llenar los requisitos de
ley, el CSE debe mandar a subsanar los requisitos, indicó
Tünnermann.
El presidente de Etica y Transparencia criticó la resolución
en contra de Alvarado. La constitución y las leyes deben
prevalecer por encima de cualquier interés político partidario
y ellos (los magistrados) fueron electos para aplicar la ley y no para
actuar conforme a criterios políticos, concluyó Tünnermann.
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