SALON
DE LA FAMA
DEPORTES DE NICARAGUA
ESTADIO NACIONAL
1 DE FEBRERO DEL 2004 /
¿Por qué el beisbol es nuestro “deporte rey”?
/ La Prensa / Jorge Eduardo Arellano
Tan vivo como la pasión política,
el beisbol es mucho más que el deporte por antonomasia en Nicaragua.
Como ningún otro, se ha adaptado a la psicología de nuestro
pueblo que lo adoptó en la última década del siglo
XIX, introducido por jóvenes de la elite social que estudiaban en
Nueva York. Por tanto su inicio, contrariamente a lo que se ha supuesto
o creído, data de mucho antes de la primera intervención
militar estadounidense en septiembre de 1912. Es cierto que también
se impuso o se acogió como principal actividad deportiva en países
de la Cuenca del Caribe (Cuba, República Dominicana, Puerto Rico,
Venezuela, Panamá y México, primer país latinoamericano
visitado por un equipo de Grandes Ligas: los “White Sox” de Chicago en
1907), relacionados fuertemente con el Imperio del Norte. Pero no basta
ese fenómeno para explicar su fascinación e impacto entre
nosotros.
27 DE FEBRERO DEL 2004 / Denis Martínez
anuncia academia de beisbol La Prensa / Wilder Pérez
R
El
ex big leaguer Denis Martínez presentó su proyecto
“Beisnic”, una academia de beisbol que aglutinaría a los mejores
talentos del país, para luego ofrecerlos a los equipos de las Grandes
Ligas. El proyecto estima que dentro de cinco años habrá
un centenar de nicaragüenses firmados para las Grandes Ligas.
Juan Sebastián Chamorro dijo que le buscarán terreno a la
academia en las afueras de Managua. Cuatro empresarios aportarán
un capital inicial de 600 mil dólares. La idea es que Nicaragua
tenga una academia de primera clase, con un estadio mediano, campos similares
a los de las Grandes Ligas, escuela secundaria, gimnasios para física
y prácticas de pitcheo y bateo y juegos nocturnos. |
|
BEISBOL de Nicaragua nació en
Blueffields, RAAS.
En el año de 1890 nació el beisbol
en Nicaragua en el engramado bluefileño y dio fruto al deporte rey
de Nicaragua.
En uno de los capítulos que enriquecieron
las ediciones de El Nicaragüense, Pablo Antonio Cuadra argumentó
nuestra preferencia por el beisbol, atribuyéndole a varias causas:
un posible residuo cultural relacionado con el Norte prehispano del continente,
el clima (menos agitado y tensional que el futbol, el beisbol exige menos
gastos de calorías) y la tendencia individualista del “nica”. Como
se sabe, éste es poco dado a trabajar en equipo, admira demasiado
la hazaña personal y rinde “culto a la personalidad”. Realmente,
existe una correlación entre el caudillismo político y el
carisma lúdico de los grandes peloteros.
En su interpretación, PAC fue más
allá al observar en los jugadores a un Ulises (que, según
él, lleva todo “nica”) saliendo de casa (el “home” o jon), tras
una carrera por el mundo –llena de dificultades sin cuento– y retornando
a ella. “Cada vez que el héroe sale de casa, el nicaragüense
siente repetirse su éxodo y tentación de aventura”. Pero
resulta más convincente al sostener que el beisbol es “el juego
más juego. Es una ficción, aunque esa ficción lo que
juega y representa es una guerra; pero su metáfora es más
inteligente o más poética”. Se corresponde, pues, con nuestra
vigorosa imaginación creadora. |
|
El Boxeo es el segundo deporte más
importante de Nicaragua, y el futbol le sigue en orden de popularidad.
Por otra parte, mucho menos tenso y violento que
el futbol, no está amenazado por una gigantesca Espada de Democles:
el Tiempo, que limita a los otros deportes, sobre todo al futbol. En el
beisbol, casi se prescinde de ella, tendiendo a ser atemporal y creando
un espacio con mayor espectacularidad, magia y pureza. La duración
de cada juego no es previsible. De hecho, uno de los partidos más
largos de la historia beisbolera del mundo se realizó en el Estado
General Somoza. Durante cinco horas y media y en veinte y seis episodios,
el “Navarro Clubs” ganó 4 carreras x 3 al “Escuelas Internacionales”
el 10 de julio de 1949.
Ya en 1956, al inicio de la Liga Profesional,
el beisbol se convirtió en una novedosa “locura” colectiva que llamaría
la atención de un humanista leonés: Mariano Fiallos Gil.
Entonces, éste pergeñó un ensayo que debemos considerar
pionero en la interpretación de nuestra pasión beisbolera,
aunque contiene una peccata minuta (atribuir una frase de Marx al gestor
de la Revolución rusa de Octubre): “Nuestro beisbol ha desterrado
toda actividad, y adormecido todo otro deseo. Es –parodiando a Lenin– el
opio del pueblo nicaragüense”. Y añadía: “Hemos de convenir
que la fanaticada beisbolera exagera su pasión; que los obreros
ya no se ocupan de sus sindicatos, ni los ciudadanos de sus derechos políticos
ni los escolares de sus estudios; que los enamorados han de declararse
en lenguaje beisbolero y que las comadronas, cuando creen que ya comienzan
los movimientos del parto, han de proclamar con gesto altivo el ovacionado
“pleybol” para que nazca pronto el chico”.
|
|
Fiallos Gil escribe beisbol sin el acento en
la /e/, tal como lo pronunciamos y ya ha sido aceptado por la Asociación
de Academias de la Lengua, de acuerdo con ponencia presentada por Francisco
Arellano Oviedo; aunque el estrato menos “educado” comenzó a llamarlo
“baibol” . Este resultaría el vehículo más afortunado
para satisfacer los deseos del público y colmar la catarsis del
zoon politicon de Aristóteles y del homo lupus de Hobbes. Me refería
un ilustrado salvadoreño que en los años 50 un fanático
(¿del “Cinco Estrellas”?) gritaba en el estadio: ¡Viva Tacho,
el hijuep...”. Y los insultos entre las barras adversarias son carta corriente
de desahogos.
El mismo Fiallos Gil destaca la superioridad armónica
del beisbol en relación con los otros deportes y que en él
no se diluye el jugador personal en la totalidad del equipo ni este se
“traga” al jugador. “Todo lo contrario: le da oportunidad de lucirse bateando
en la ofensiva y engarzando en la defensa. Al mismo tiempo, no se le desconecta
de la responsabilidad del bien común y lo ejercita en la conciencia
de integración en la cual sirve”. ¿Más que el fútbol?
Para los europeos, seguramente no.
Pero algo es definitivo: en la agilidad, ingenio,
imaginación y dinámica que le corresponde desplegar al manager
participa el fanático, el público, más que en ningún
otro deporte, como también en las protestas contra los fallos considerados
injustos, lo cual permite mayor cantidad de catarsis.
En Nicaragua, la incidencia del beisbol en nuestra
cultura amerita un libro. No en vano este deporte nos une a todos los “nicas”,
independientemente de filiaciones políticas, credos religiosos,
estratificaciones sociales y diferencias regionales (entre el Atlántico
y el Pacífico, por ejemplo), habiendo creado un código de
comunicación oral y único y gravitar fuertemente en la política,
la producción literaria, la publicidad y el periodismo radial y
televisivo. |
|
|
|
|
|
PERSONAJES DEL ESTADIO NACIONAL
Y cómo no recordar a los personajes populares
que pasaron por las graderías. La famosa Conchita Pravia con sus
pasteles y su pelota de tenis donde le
pasaban los reales, “Tata Bucho” pregonando su
maní tostado, Paco Ortega “maseando” a favor del Cinco Estrellas
y El “Chele” Guerrero a los legendarios
Indios del Bóer, al “Burrito” Asunción
Lezama esmerándose en el cuido del terreno, al “Panameño”
que murió fulminado por una descarga eléctrica de una de
las torres.
Los grandes narradores que destacaron como René
“El Chelito” Cárdenas, Sucre Frech, Armando Proveedor, Orlando Sunsín,
Felo Ramírez, Bock Canell, Sánchez Diago, Evelio Areas, Enrique
“El Papi” Bolaños, Rafael “El Dinámico” Rubí, al popular
anunciador Ramiro Arnoldo Solórzano (Fonguito) que se inició
como tal en 1955, entre otros de la época grande de la locución
que pasaron por las cabinas de trasmisión del coloso de concreto.
La presentación de grandes artistas del
mundo musical como Leo Marini, la del Grupo Santana y Mario Moreno (Cantinflas)
en 1973, casi al año de haber sido quebrado el Estadio por el terremoto
del 23 de diciembre del 72, y las tomas de posesiones de los últimos
tres presidentes de la República.
Esta síntesis constituye una serie de hechos
acaecidos a lo largo de a existencia del Estadio, se pueden enumerar más
y hasta escribirse un libro sobre esta instalación deportiva.
Quizás en un futuro las nuevas generaciones
disfruten de un nuevo Estadio, mientras tanto continuemos disfrutando de
los diferentes espectáculos que
disfruta nuestro pueblo, en esta histórica
instalación deportiva donde se cantó por primera vez el play-ball
un 20 de noviembre de 1948.
VARIOS NOMBRES
A sus 55 años de existencia el Estadio
Nacional llamado primero General Somoza por construirse, durante la Administración
Somoza García.
En 1979, con el triunfo de la revolución
se llamó Rigoberto López Pérez y actualmente Denis
Martínez es la instalación deportiva nacional que espera
sea relevada, algún día y quedar como un testigo inerte y
mudo de una serie de acontecimientos que registrarán las páginas
de la historia del deporte nicaragüense.
8 DE DICIEMBRE DEL 2003 /
Medina fácil selección La Prensa / Candidato al Salón
de la Fama del deporte nicaragüense Gerald Hernández
Nadie espera que Julio Medina, el denominado
mejor pelotero de la década de los ochenta, tenga dificultades para
ingresar al Salón de la Fama del deporte nicaragüense. Medina
fue una legítima estrella de nuestro beisbol y para muchos el mejor
segunda base de todos los tiempos. El aguerrido pelotero leonés
fue un pelotero líder de su época y construyó una
sólida carrera tanto a nivel nacional con el León y el San
Fernando, como internacional con el uniforme de Nicaragua.
LOS MÉRITOS
En los campeonatos nacionales, Medina estuvo involucrado
en seis títulos de los felinos, que establecieron una dinastía
en los años ochenta.
En el plano personal, el metropolitano capturó
dos coronas de bateo. En 1982 terminó con 356 puntos y en 1985 con
347, además tuvo una hilera de ocho años consecutivos bateando
sobre 300 entre 1988 y 1995. Medina es el único pelotero de la historia
con una temporada de 100 anotadas y único camarero de 20 jonrones.
Y es el bateador con la frecuencia ponchadora más baja de todos
los tiempos, al abanicar una vez cada 31 turnos. Con la Selección
jugó 12 años y ayudó a ganar el subcampeonato en el
Mundial de 1990 en Canadá y la medalla de plata en los Juegos Panamericanos
de Venezuela en 1983.
Sin ser un bateador de poder reconocido, Medina
conectó varios jonrones imborrables, el más famoso de todos
contra Japón en el Mundial de Cuba en 1984 para colaborar en el
histórico triunfo de Julio Moya. También sacudió al
eventual big leaguer Andy Benes, abriendo juego frente a Estados Unidos
en los Panamericanos de Indianápolis en 1987.
10 DE MAYO DEL 2004 /
La Prensa / Orlando Valenzuela
Herradora: Entre el sabor de la venganza y el
dolor del olvido
Hace 32 años, durante el campeonato
mundial de beisbol celebrado en agosto de 1972, en República Dominicana,
el fiero desforrador de pelotas de la Selección Nacional de Cuba,
Armando Capiró, cuando miró al diminuto pitcher nicaragüense
Antonio Herradora antes del juego estelar entre las novenas de ambos países,
le dijo: “¿Vos sos Antonio Herradora? Yo creo que sos el cargabate”.
“Ya le voy a demostrar quién soy yo”,
le contestó ofendido Herradora. Y ya en el partido, en el primer
encuentro cara a cara entre bateador y pitcher, el pinolero se lo ponchó.
“Ése soy yo”, le dijo el nica. “¡Sí, tirás!”,
le contestó el cubano, ya con respeto. Al final, el partido lo ganó
Herradora 5 carreras a 4 y así Nicaragua alcanzó el segundo
lugar del Campeonato Centroamericano y del Caribe de beisbol aficionado.
“Ese día lloré de emoción,
más cuando me cubrieron con la Bandera Nacional y todo el público
del estadio se puso de pie para aplaudirme a mí y a Nicaragua”.
De esta forma, Antonio Herradora lograba para
Nicaragua una increíble victoria ante el casi invencible coloso
cubano y vengaba personalmente una de las derrotas sufridas en 1968 en
República Dominicana , y en 1971, en el mundial de La Habana, ante
el mismo equipo.
Un año después de aquella hazaña
vivió su Waterloo. Más de tres décadas después,
aún le duele en el alma la derrota que sufrió ante Estados
Unidos en 1973, cuando entró a relevar con las bases llenas, en
el partido por el subcampeonato mundial, y dio cuatro bolas seguidas al
bateador, para que los gringos ganaran con carrera de caballito. Después
del campeonato nacional de ese año, una operación de hernia
le puso fin a la vida deportiva de este gran pitcher nicaragüense.
Durante los seis años (1968-1973) que
Antonio Herradora vistió el uniforme de la Selección Nacional
de Beisbol de Nicaragua, jugó y ganó decenas de partidos
contra los mejores seleccionados del mundo, dejando un valioso legado para
las nuevas generaciones de deportistas.
Actualmente Herradora, de 58 años, vive
en La Trinidad, municipio del departamento de Estelí. Hace siete
meses fue operado de otra hernia. Está enfermo y sin empleo. Vive
de la ayuda de algunos amigos, pero siente que las autoridades deportivas
lo han abandonado.
24 DE NOVIEMBRE DEL 2003 /
Cardoze en la historia La Prensa / Luis Eduardo
Martínez M./
Norman Cardoze tiene un lugar en la historia
de nuestro beisbol por su poder de destrucción como bateador, pero
esta vez fue su poca promocionada
habilidad para robar bases la que lo metió
nuevamente en el libro de los récords. Cardoze le estafó
dos bases al receptor granadino Eddy Talavera, ayer en el juego que el
San Fernando derrotó 4-0 a los Tiburones en Masaya, y de esta
forma se convirtió en el séptimo artillero de todos los tiempos
de nuestro beisbol con 1,000 hits, 100 jonrones y 100 robos en su expediente,
uniéndose a un exclusivo club que encabeza el legendario Ernesto
López.
“Esta hazaña se la dedico a William Ramírez
(q.e.p.d.) y representa mucho en mi carrera deportiva.
EL CLUB
Bateadores de 1,000 hits, 100 jonrones y 100 robos
de base:
NOMBRE HITS HR BR
Ernesto López 1680 319 107
Pablo Juárez 1500 138 104
Freddy García 1386 129 121
Juan Cabrera 1236 165 209
Apolinar Cruz 1202 156 120
Ramón Padilla 1176 213 166
Norman Cardoze 1099 158 100
Estadio Nacional de Nicaragua,
se inauguró en 1948. / La Prensa / Julio César
Miranda Aguilar
El pasado 20 de noviembre se cumplieron 55 años
de haberse inaugurado el Estadio Nacional, con motivo de celebrarse en
1948 la Décima Serie Mundial de Beisbol Amateur. Según los
antecedentes históricos escritos en la guía de prensa de
la décima serie, el proyecto de la construcción se comenzó
a organizar desde 1941, año en que la junta constructora del Estadio
propuso posibles terrenos para realizar la obra, en primer lugar el sector
de la loma conocida como Chico Pelón, después en los sectores
de la ribera del lago se pretendió construir una ciudadela deportiva,
pero dicho proyecto se suspendió por tener un alto costo, también
se contemplaron los predios de la hacienda el retiro, pero la Junta de
Beneficencia de Managua lo destinó para la construcción del
Hospital General, finalmente en septiembre del 43, reciben instrucciones
los ingenieros Roberto Lacayo Fiallos y Julio Cardenal, para proceder al
estudio del proyecto de la construcción del gran Estadio Nacional
en los terrenos de la antigua Penitenciaría. Entre otros detalles
de la construcción se tenía contemplado un presupuesto inicial
de un millón seiscientos mil córdobas, sin incluir urbanización
ni piscina olímpica, tomando en cuenta que los precios de los materiales
tendrían un costo especial, libre importación y su propio
transporte. Finalmente la guía expresa que a groso modo puede estimarse,
que el Estadio propiamente dicho y su campo de juegos, costará no
menos de cuatro millones de córdobas.
GRANDES MOMENTOS
En sus 55 años de existir el Estadio Nacional,
con características de multiusos, se han producido una serie de
hechos relevantes en la disciplina del beisbol tales como:
el memorable juego de 26 entradas protagonizado un
10 de julio del 49,
por los equipos de Primera División Navarro
Cubs y Escuela
Internacionales, el juego más largo en la
historia de nuestro beisbol superior,
la llegada de las Estrellas de Orestes “Mini” Miñoso
en 1956, y la inauguración
de la luces en 1957 con la visita de las Estrellas
de Emilio Cabrera,
derrotadas por el gran lanzador costeño Mudell
Mathews,
ese mismo año vinieron las Estrellas de Willie
Mays.
Otro de los grandes momentos vividos en el “Coloso
de Concreto”, fueron las
once temporadas de la recordada liga profesional
donde
desfilaron una constelación de estrellas como
el espectacular Marvin Throneberry,
George Scott, Bill Robinson (cuerpo técnico
de los actuales campeones mundiales de
las grandes ligas Marlins de la Florida), Roberto
Clemente,
Orlando “Peruchín” Cepeda, Willie Mays, Sandy
Amorós,
Fergunson Jenkins (Salón de la Fama de las
Grandes Ligas),
Lou Piniella, Bert Campanaris, Héctor López
y
nuestras figuras nacionales, Rigo Mena, Duncan Campbell,
Willie Hooker, Alerton Martin, René “El Ñato”
Paredes, Mudell Mathwes,
George Wehnmeyer, Gregorio “Goyito” López,
Victorino “El Hechicero”
Castro, Octavio “El loquillo” Abea, Pastor Canales
y Alejandro “El Orejón” López.
Otros eventos históricos son: las cuatro series
mundiales amateurs
la del 48, 50, 72 y 94, en especial el grandiosos
triunfo del 72
obtenido por Julio Juárez al blanquear 2x0
al poderoso equipo cubano.
EL TRIUNFO DEL “RATÓN”
Otras de las grandes páginas escritas en la
historia del Estadio Nacional, acontecieron en el boxeo.
En 1968, Eduardo “El Ratón” Mojica se cubre
de gloria derrotando al campeón mundial mosca Chartchai Chonoi (sin
título en juego). Mojica brindó esa noche un recital de boxeo.
En 1977 se coronó campeón mundial Eddy
Gazo, derrotando por decisión al argentino Miguel Ángel Castellini.
En 1966 el futbol se cubre de gloria al derrotar
la Selección Nacional al famoso equipo argentino, Estudiantes de
la Plata, dos goles a uno, anotando Salvador “La Chava” Dávila y
Luis Goyez.
También nos visitaron los famosos equipos
brasileños Flamingo y Corinthians.
Entre otros eventos famosos acontecidos en el Estadio
se recuerdan, concursos caninos, ferias agro-industriales, primeras comuniones,
Los trotamundos de Harlem, los “voluntarios” que se presentaron para pelear
en 57, en la escaramuza conocida como Mokorón, según el diario
Novedades de la época para formar el regimiento Cruta.
En 1967 se vivió la agresión y represión
de la Guardia Nacional a un grupo de estudiantes universitarios representantes
del CUN, dirigidos y liderados por Casimiro Sotelo.
10 DE NOVIEMBRE DEL 2003 /
La Prensa / Tito Rondón
Jorgito Wehmeyer, un gigante
de nuestro beisbol George Wehmeyer. O Jorge, a como se le llamaba
en aquellos comienzos de la Liga Profesional. Nadie sabía que vivía
tan cerca, pese a que Manuel Genet lo había publicado. Wehmeyer
es a la vez probablemente el mejor segunda base en la historia de Nicaragua
y un gran enigma… Digo el mejor, pues fue el primer jugador de campo nica
en llegar a Triple A, y sus merecimientos durante nuestra pelota rentada,
más los recuerdos de muchos, así lo indican. En 1947 es llamado
a la Selección, y participa en la IX Serie Mundial en Cartagena,
Colombia. Es el short en el famoso juego donde un error tempranero del
antesalista de emergencia Juan Manuel “Jagüita” Vallecillo, permite
dos carreras y Nicaragua deja escapar el título mundial al perder
4-3. Según Manuel, Wehmeyer confesó parte de su culpa en
la debacle: “No realicé la asistencia”…
Wehmeyer dio de 37-9 para .243 de promedio. En
1948 fue uno de los pocos que se salvó del desastre (Nicaragua gano
solamente un partido en la X Serie), al batear .300 (de 30-9), con un jonrón,
seis anotadas y tres impulsadas. No estuvo en la XI Serie, en 1950. “Fui
profesional de1951 a 1963”, me contó en aquella lejana entrevista.
“Jugue en el Magallanes de Venezuela y en Cartagena, Colombia”.
En 1951 aparece jugando en el Tallahassee, de
la liga clase D Alabama-Florida, un equipo sin afiliación con las
Mayores. Hasta donde se sabe, fue líder en robos con 41; las estadísticas
no se dan como oficiales, pues se perdieron 55 box scores (parte del enigma).
Bateó .335 en 95 juegos y 436 turnos, con 14 dobles, cinco triples
y tres cuadrangulares; anoto 107 veces y empujó a 50.
Para 1956 está en doble A, en la Liga de
Texas, con el Oklahoma City (sucursal del Boston). En 108 partidos y 418
turnos, bateó .246, con 15 tubeyes, tres triples y cuatro jonrones.
Anotó 51 carreras e impulsó 34, y se robó 10 bases
en once intentos. Por eso no estuvo en la Profesional (en la invernal de
1955-1956 había jugado con el Kola Román
de Colombia).
Para la liga de 1957 se reporta al Bóer,
que termina segundo del León. En 46 juegos batea 195 ocasiones con
.272 de promedio, 15 dobles y dos batazos de cuatro esquinas, 27 anotadas
y 22 empujadas, y cuatro estafas. Por supuesto participa en la primera
invernal (Tercera Liga), siempre con los Indios, donde se destapa con .310
en 52 juegos (de 213-66) con 11 dobletes y dos jonrones, 35 anotadas y
22 empujadas, y cinco robos. Va a la Liga de Texas, doble A, con el Corpus
Christi, sucursal de los Gigantes, participando en once juegos con .143
de promedio.
En 1958-1959 hace llave de doble play con Ronnie
Hansen en el Bóer, una de las mejores combinaciones en nuestra historia,
y batea .267 (de 202-54) con seis tubeyes y un triple. Anota 26, empuja
17, roba tres bases. De paso, era un gran tocador de bola, y abanicaba
menos de 10 veces por temporada en
Nicaragua.
En 1959 juega un par de partidos con los Marlins
de Miami, de la Liga Internacional triple A, bajo el manager Pepper Martin.
En 1959-1969 no hay liga en Nicaragua, y se despide en la combinada con
Panamá participando siempre con el Bóer; batea .289 (de 97-24)
con 14 anotaciones.
Es un récord incompleto, donde se pierde
el rastro en varias ocasiones. No tuve tiempo de preguntarle sobre todo
su historial y despejar los enigmas. Pero si me aseguró que el mejor
lanzador que había enfrentado había sido Milt Pappas, y que
los mejores lanzadores nicas que vio fueron el zurdo Francisco
Dávila, José Angel “Chino” Meléndez,
Alfredo “Chiquirín” García y los costeños Neil Brautigham
y, por supuesto, Timothy Mena. Todos grandes, a como grande era el pequeñito
George “Jorge” Wehmeyer
3 DE FEBRERO DEL 2004 / La Prensa
./ Edgard Tijerino M.
Vicente Padilla ganará un jugoso salario
de 2.6 millones este 2004. un dos veces ganador de 14 juegos, has asegurado
un contrato, que una vez pagados los impuestos y gastos del representante,
puede dejarte libre un millón 460 mil dólares.
La disciplina y la perseverancia, producen el genio.
Está en posibilidad de trabajar unos 225 innings y aproximarse más
al 3.00 en carreras limpias, superando los promedios de 3.28 y 3.62 registrados
en el 2002 y el 2003. Más dominante, su control puede permitirle
una relación de 50 bases por bolas y 160 ponches, es decir 27 más
que los 133 del año pasado.
20 DE ENERO DEL 2004 / La Prensa
/ Beisbol / Gerald Hernández
Únicamente
tres peloteros en la historia moderna (1970-actualidad) de nuestra beisbol
han terminado sus carreras con más o igual cantidad de robos que
ponches. Sandy Moreno pretende ser el cuarto hombre en la lista, pero por
el momento está ligeramente atrás:
NOMBRE ROBOS PONCHES:
Gersán Jarquín 122 77,
Julio Medina 176 154,
César Jarquín 149 149,
Sandy Moreno 450 454.
Batalla en dobles
Nemesio Porras y Ariel “Panal” Delgado, están
protagonizando una feroz batalla por el liderato de dobletes de todos los
tiempos.
Estos son los cinco mejores en este departamento:
NOMBRE DOBLES
Nemesio Porras 278 ,
Ariel Delgado 277,
Pablo Juárez 255,
Próspero González 254,
Ernesto López 242 .
Ariel “Panal” Delgado una vez más entró
en la historia de nuestro Beisbol de Primera División, y como siempre
convertido en el símbolo del deporte rey, ahora imponiendo una nueva
marca de carreras empujadas con 1,094, dejando atrás las 1,093 del
“Tiburón Mayor” Ernesto López.
3 DE FEBRERO DEL 2004 / La
Prensa / Gerald Hernández
Con su próximo imparable, el perdurable
artillero leonés Ariel Delgado, será el primero en abrir
las puertas de los bateadores de 1,800 hits de nuestro beisbol, sin contar
a Ernesto López, quien terminó su carrera con 1,780 cañonazos
aún sin incluir los desaparecidos de la temporada de 1973. Freddy
Corea el espigado tirador norteño es apenas el cuarto lanzador
en la era moderna de la madera (1999-actualidad) con temporadas consecutivas
de ocho o más victorias, uniéndose a Diego Sandino, Francisco
Rayo y Jairo Pineda.
23 DE FEBRERO DEL 2004 /
gerald Hernández / La Prensa
Nemesio Porras con 19 años
seguidos sobre 300 puntos / El señor consistencia
Con bate de aluminio o madera, frente a lanzadores
nacionales o importados. Ante tiradores zurdos o derechos, de día
o de noche. Nemesio Porras ha probado ser un bateador de 300 puntos en
todos los terrenos.
Todo comenzó justamente en el año
que hizo su debut con el Bóer: 1985, después que en su primera
temporada finalizó con .248 con los desaparecidos Industriales de
la Coip. “Es algo especial para mí batear 300 todos los años.
Pienso que si hay algo difícil de superar en nuestro beisbol es
esa cantidad de años consecutivos pasando esa barrera, y a la vez
me motiva a continuar. Ya veremos si logro llegar a 20 el próximo
año”, opina Porras.
Durante la racha, el líder de la tribu
ha conquistado seis título de bateo, entre ellos cuatro consecutivos
entre 1991 y 1994.
Precisamente en 1991 tuvo la primera de tres campañas
sucesivas sobre 400 puntos. En total, registra cinco años por encima
de esa cifra, lo que le ha servido para tener el mejor promedio de por
vida en la pelota nicaragüense, 356.
Pese a esos astronómicos porcentajes, el
mayor orgullo de Porras son sus cuatro títulos de carreras empujadas.
“A mi parecer, la producción es lo que
verdaderamente determina al buen jugador. Es el departamento más
importante del juego”, asegura Nemesio, quien parece saber de lo que habla,
pues esta temporada se convirtió en apenas el cuarto bateador del
beisbol nacional que llega a mil carreras impulsadas, uniéndose
a Ariel Delgado, Ernesto López y Próspero González.
Las estadísticas reflejan que en 1990 bateó
307 y en 1997 finalizó con 309. La diferencia con respecto a este
año, en el cual registró 311 puntos, es que ahora inició
muy bien y abruptamente se vino a pique, hasta caer a un promedio “alarmante”
de 270.
“He tenido varios años duros. En éste,
pienso que el problema fue que perdí consistencia, de por lo menos
dar un hit en cada juego y caí de 400 puntos hasta 270. Eso nunca
me había pasado”, confiesa.
Hasta los grandes bateadores no pueden darse el
lujo de subestimar o confiarse, como lo explica Porras: “Me sentía
confiado. En ese momento (cuando estaba en 400) me sentía bien y
comencé a inventar otro tipo de estrategia para tratar de pegarle
más fuerte a la pelota. Y al perderme, luego me costó reencontrarme
con la estrategia que me dio éxito en el inicio. Creo que en el
momento que nos eliminan, yo iba para arriba”.
5 DE DICIEMBRE DEL 2003 /
Beisbol / Gerald Hernández / La Prensa
Hiteadores Con su siguiente hit, Marlon Abea se separará
de Genaro Llanes para pasar a convertirse en el receptor con más
imparables en la historia moderna de nuestro beisbol. Gracias a su larga
y sólida carrera iniciada desde que era un adolescente, Abea posee
la mayoría de récords ofensivos significativos entre los
enmascarados, como los de jonrones (109), dobles (202), total de extrabases
(331), anotadas (597) y remolques (664).
All Star de hiteadores:
POS NOMBRE HITS
C Marlon Abea * 1.084
Genaro Llanes 1.084
1B Nemesio Porras * 1.692
2B Julio Medina 1.538
SS Arnoldo Muñoz 1.320
3B Ariel Delgado * 1.771
OF Ernesto López 1.680
OF Freddy García 1.386
OF Álvaro Muñoz 1.315
BD Pablo Juárez 1.500
* Jugadores activos
Real Estelí disfrutaba junto a su afición
con mucha euforia su tercer título consecutivo conseguido ante los
aguerridos Caciques del Diriangén, esta vez en el Torneo Clausura
luego de un empate a cero,
|