‘Los Topos de Tlatelolco hemos crecido. Es muy satisfactorio que 20 años después tengamos en el Distrito Federal un promedio de 40 topos, incluso con perros entrenados por nosotros mismos, y sucursales al interior de la República’, dijo Rafael López, uno de los fundadores.

López explicó que la ‘Brigada Topos de Tlatelolco’ surgió formalmente en febrero de 1986, cinco meses después de que se registró en la ciudad de México el terremoto de 1985, causante de las necesidades que obligaría a un puñado de jóvenes a exponer sus vidas para salvar las de otros.

‘Cuando creamos la brigada nos decían que estábamos locos, que perdíamos el tiempo en esto, estaban equivocados. Soy de los pioneros y la consecuencia de todo aquel empeño es que me dedico de manera profesional a la protección civil’, expresó orgullos aquel ‘Topo número siete’.

Sin ocultar el orgullo y la satisfacción por haber dedicado su vida a esa labor, Rafael precisó: ‘me he capacitado incluso en el extranjero en materia de rescate y ahora nosotros mismos somos capacitadores’.

La protección civil empieza a reconocerse como necesaria, y tan es así que en el ámbito académico se imparten diplomados y carreras técnicas en la materia o especialidades afines, algo común en la actualidad pero que hace 20 años ni siquiera se consideraba en un cuadro académico, observó Rafael.

Dos décadas después del surgimiento del grupo, Rafael López se desempeña como coordinador de Protección Civil en el DIF del Distrito Federal, labor que hasta antes del 19 de septiembre de 1985 nunca había imaginado porque su necesidad era poco menos que una idea sin sustento.

CULTURA NUEVA

La experiencia de los sismos del 85 obligó al surgimiento de una cultura nueva, pero sobre todo al nacimiento, desarrollo y consolidación de los Topos cuya fama ha traspasado fronteras y posee un récord histórico.

‘La agrupación tiene en un récord que empieza en el terremoto de 1985; sigue con el sismo de San Salvador, en 1986; luego el de Taiwán y otros más como el de Manzanillo y los de Puebla y Oaxaca, pero el más difícil fue el tsunami, en Asia Pacífico’, manifestó el coordinador de Protección Civil.

Convencidos de la trascendencia de su labor, la ‘Brigada de Topos de Tlatelolco’ tiene proyectos ambiciosos como contar con una representación en cada estado de la República.

Hasta ahora están presentes en Poza Rica, Veracruz; Cancún, Quintana Roo; y Chihuahua.

‘Además estamos cerca de trascender fronteras: a fin de año vamos a inaugurar una delegación en Buenos Aires, Argentina, donde además nos pidieron llevar el nombre de nuestra agrupación. Es una distinción’, comentó orgulloso Rafael.

Aclaró que no será un viaje protocolario: ‘quieren que capacitemos a bomberos de allá, y en reconocimiento a nuestra labor desean tomar el nombre de la asociación Topos de Tlatelolco’.

Los Topos, ese grupo surgido de la necesidad, mantiene convenios de colaboración con la Liga Internacional de Rescate y Asistencia con sede en Francia, y con Bomberos Unidos sin Fronteras de España, además de que ha impartido cursos de formación en Centro y Sudamérica.

‘A 20 años del temblor ya estamos a un nivel profesional, preparados y capacitados con técnicas específicas para el rescate de personas’, agregó López al recordar que si bien su exitosa labor ha dado frutos en más de seis terremotos donde han intervenido también reconocen algunas fallas, sobre todo en sus inicios.

En la capital del país participan con organizaciones sociales y gubernamentales, colaboran con las secretarías de Marina (Semar) y de la Defensa Nacional (Sedena), y en el interior de la República con los tres niveles de gobierno siempre que se les solicita.

‘Tenemos buena y estrecha colaboración con el Gobierno del Distrito Federal, con el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas y con la Cruz Roja para el rescate de víctimas, labor en la que en ocasiones nos apoyamos con perros entrenados’, añadió.

OTRAS ACCIONES

También desarrollan otras acciones que no son de rescate pero que tienen que ver con aspectos como la protección a la ecología, porque la brigada está abierta a toda esas materias.

Rafael López, hoy especialista en protección civil, reconoció que aunque en México se ha avanzado mucho en esta materia aún falta impulsar una cultura de prevención, dados los enormes riesgos naturales a que se está expuesto.

‘Se ha hecho mucho en materia de protección civil, pero todavía nos falta. No estamos listos porque aún cuando existen planes preventivos y se ha avanzado en la investigación científica de sistemas de alerta la población no está preparada’, señaló el especialista.

‘El talón de Aquiles es que hay pocos rescatistas, se dispone de equipo limitado en número y características para una búsqueda en condiciones similares a las de 1985, además de que el factor humano no está preparado para afrontar una situación difícil en diversas partes del territorio nacional’, comentó Rafael.

‘Quienes vivieron el terremoto tal vez se acuerden, pero (lo más seguro es que) ahora no sabrían qué hacer. Hemos olvidado el terremoto y sus consecuencias. Falta conciencia y paradójicamente el sector más preparado es el infantil por los simulacros que se realizan’, subrayó.

Falta difundir la cultura de la protección civil en México, porque ‘los adultos en una situación similar a la del terremoto de 1985 no sabríamos qué hacer’, como ocurrió al menos en dos ocasiones el siglo pasado.

Por ello invitó a que este 19 de septiembre la ciudadanía se sume al simulacro nacional, lo tome con la seriedad del caso y reflexione en la necesidad de tener presente en todo momento los riesgos naturales que se han padecido.

Informó que del 19 al 23 de septiembre se celebrará el Seminario de Rescate y Acciones Protección Civil, en el que participarán rescatistas extranjeros invitados para la conmemoración del 20 aniversario de los sismos de 1985.

Al recordar cómo se inició en esta labor en un momento que cambió su vida y planes para dedicarse a la ayuda y al rescate, ya que aspiraba a ser médico veterinario, aseguró convencido: ‘si se dieran las condiciones, volvería a ser Topo’.