RESUMEN 1-Grandes aportantes, inquietos ante búsqueda fondos FMI

jueves 19 de nero de 2012 13:59 GYT
 

Por Brian Love

PARIS (Reuters) - La petición del Fondo Monetario Internacional de 600.000 millones de dólares para limitar las consecuencias de la crisis de deuda europea generó palabras de apoyo en Bruselas el jueves, pero no hubo muchos en el resto del mundo que se apuraron por comprometer el dinero.

Hace dos años, el FMI ya había solicitado 500.000 millones de dólares para combatir la recesión global.

El FMI, con sede en Washington, consiguió una respuesta obviamente afectuosa de la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la Unión Europea en Bruselas, que instó a las potencias económicas del G-20 a acceder a la petición.

"Recibiríamos con agrado las contribuciones de países del G-20", manifestó el portavoz de la comisión, Amadeu Altafaj.

"Esto enviaría una señal muy clara al mercado para mejorar la capacidad del FMI de cumplir con sus responsabilidades sistémicas hacia todos sus miembros", añadió.

El pequeño estado de Omán, en el Golfo Pérsico, prometió participar e incluso duplicar su contribución que, según dijo a Reuters el jefe del banco central local, Hamood Sangour al-Zadjali, es "muy pequeña" en comparación a la de los países del Grupo de 20 potencias desarrolladas y emergentes (G-20).

Chile, otro pequeño aportante al FMI, dijo que estaba estudiando la posibilidad de colaborar con el FMI, pero no aseguró nada.

"Es un tema para la discusión corta en la agenda con el presidente (chileno, Sebastián Piñera) y antes de que él esté debidamente informado no quiero hacer ningún anuncio. Pero es algo que estamos estudiando", dijo el ministro de Hacienda de Chile, Felipe Larraín.   Continuación...

 
<p>Un anuncio de cierre de oficinas en las puertas de la comisión europea en Dublín, ene 19 2012. La petición del Fondo Monetario Internacional de 600.000 millones de dólares para limitar las consecuencias de la crisis de deuda europea generó palabras de apoyo en Bruselas el jueves, pero no una estampida en el resto del mundo por comprometer el dinero. REUTERS/Cathal McNaughton</p>