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Las Relaciones México y la República Árabe Saharaui Democrática


Un día después de la salida del último soldado español del Sahara Occidental, el 26 de febrero de 1976, el Frente Popular de Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro (Frente POLISARIO), representante legitimo del Pueblo Saharaui, proclamó la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).


Después de la retirada española, el Pueblo Saharaui tuvo que enfrentar a una invasión perpetrada por Marruecos y Mauritania a su territorio. Paralelamente a esta situación, el Gobierno Saharaui comenzó a trazar unos objetivos en a todos los niveles esenciales.


A nivel internacional buscó establecer sólidas relaciones con todos los países del mundo, en especial con los países de Latinoamérica, lo que llevó a que, a nuestros días, más de 80 países en el mundo entablan relaciones fraternales, de apoyo y solidaridad con la república Árabe Saharaui Democrática.


Gracias a este esfuerzo, hoy la República saharaui goza de pleno derecho en el seno de la Unión Africana desde 1985 y un apoyo internacional importante.


Las Relaciones diplomáticas con los Estados Unidos Mexicanos

Conforme a la Resolución 1514 (1960), la cual reconoce el derecho de todos los pueblos a la libertad y ejercicio pleno de su soberanía, así como la integridad de su territorio, México ha apoyado la descolonización del Sahara Occidental de forma permanente, basándose en los principios de su política exteriores, plasmados en la Constitución Mexicana.


El 8 de septiembre de 1979, en el marco de la Reunión de Jefes de Estado de la VI Conferencia Cumbre de Países No Alineados, el Secretario de Relaciones Exteriores anunció “el Gobierno de México ha reconocido como nuevo Estado de la comunidad internacional a la República Árabe Saharaui Democrática”.

El 24 de octubre del mismo año se establecieron relaciones diplomáticas con la RASD. En 1988 el Gobierno Saharaui estableció una Representación Diplomática en México. Actualmente, los contactos entre los Estados son excelentes, y entonces la relación es muy fluida, sincera y ordenada.


En los últimos años se han registrado un incremento de intercambio de visitas en todos los niveles. México recibió diferentes Ministros en representación de nuestro gobierno y otras personalidades que representa las diferentes instituciones saharauis.


México siempre ha trabajado sobre el tema del Sahara Occidental, en el contexto de las Naciones Unidas y otros foros internacionales defendiendo su posición de principio respecto al conflicto saharaui-marroquí. La cautela con que México ha abordado la cuestión del Sahara Occidental, le ha permitido mantener en buen nivel los vínculos con los países de la región, con quien las posibilidades de cooperación en los ámbitos político y económico son promisorias.


Aunque nuestro estado es muy rico (los hay quien nos ven como e Kuwait del Magreb Árabe) en cuanto a recursos naturales y personal calificado, todavía vive un situación bélica con su vecino, que esperamos pronto pueda terminar por el bien de todos.


Por ello no podemos buscar relaciones de tipo económico hasta que haya terminado dicha controversia. Pero desde hace dos años ya comenzamos a firmar precontratos internacionales en diferentes materias y en especial las energéticas, pues por ejemplo hemos firmado ocho contratos con compañías petroleras.


Nuestro objetivo es comenzar a entablar relaciones en este marco con todos los países que creemos nos podrán ayudar mañana con sus inversiones que permitan reconstruir las diferentes instituciones del Estados saharaui, ya que se encuentran devastadas por la guerra que fue impuesta a nuestro pueblo por el Reino de Marruecos y avalada por su aliado francés.


En este sentido, México, así como los demás países latinoamericanos, serán las naciones a la que vamos a pedir apoyo ya que nos unen estrechos lazos culturales e históricos. Es de destacar que un latinoamericano no necesita un traductor en el Sahara Occidental. A través de nosotros, Latinoamérica podrá canalizar de la mejor forma sus relaciones tanto con África como con el mundo árabe. Somos el único país árabe de habla hispana y nos honra ser el día de mañana el estado donde deba haber la máxima representación de los estados latinoamericanos.


En el ámbito educativo, el Gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, otorga becas a estudiantes saharauis para realizar postgrados en diferentes áreas. Varios saharauis están haciendo sus estudios postgrados en las universidades mexicanos.


En el contexto cultural, la Asociación Mexicana de Amistad con el pueblo saharaui y la Embajada saharaui en México, llevaron a cabo, y lo siguen haciendo, semanas culturales, conferencias y ciclos de Cine en los diferentes Estados locales de México. Ya existen varios documentales realizados por directores cineastas que abordan la historia y la cultura de nuestro pueblo, así como los estrechos lazos que nos unen con México. También, una cantidad de libros y tesis publicados por escritores y universitarios.


Desde 2005 la Embajada saharaui, en cooperación con la Asociación Mexicana de amistad con la RASD, han trazado un programa mediante la cual viajan mexicanos anualmente a la República Saharaui, para conocer y estar con nuestro pueblo, conociendo así su territorio, su cultura y su modo de vivir. Programa que continuará en los próximos años. Hasta ahora, son ya más de doscientos mexicanos los que aprovecharon estos viajes.


De esta forma estamos consolidando nuestras relaciones diplomáticas, legislativas, educativas y culturales para que, de esta forma, ir creando las bases de unas relaciones ejemplares y privilegiadas. Dos países de habla hispana, con muchas riquezas, donde, seguramente, el Estado Saharaui aprovechará de la rica y larga experiencia mexicana para su construcción nacional.


Finalmente, estamos muy conscientes de que la comunidad internacional, y en espacial el apoyo de países como México, apoyaran la legalidad internacional y en especial lo referente al derecho del pueblo saharaui a decidir su futuro sin restricción alguna. Cosa que, estamos seguros, llevará a la total independencia del Sahara Occidental y así poder comenzar nuestro prometedor proyecto que sin duda será de gran beneficio para nuestros dos pueblos, el Saharaui y el mexicano.

 

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