Ya terminó la temporada de impuestos 2011, pero esto no quiere decir que puedes olvidarte de tus impuestos. En realidad, es algo en lo que debes pensar todo el año.

Existen numerosas maneras de asegurar que obtengas el mayor beneficio al preparar tus impuestos. Lo más importante es planear durante el año y tomar las decisiones adecuadas que te beneficiaran el año próximo. Por ejemplo, puedes tomar dediciones que te ayuden a reducir tu ingreso bruto ajustado y por consecuente reducir tus impuestos.

Planea temprano y lo agradecerás al presentar tu planilla.

Es muy importante que retengas tus planillas de impuestos de los últimos años. No sólo puede surgir una auditoria, sino que también puedes necesitarla para otros fines. Si contratas a un preparador de impuestos para procesar tu planilla, asegúrate de que te entregue una copia firmada al momento de la transmisión. Si preparas tu planilla tú mismo, imprímela y guárdala con los documentos y registros relacionados.

Si por alguna razón no tienes la copia de tu planilla y la necesitas ya sea porque estas en proceso de comprar una casa, adquirir un préstamo o ingresar a la universidad es posible obtenerla. Averigua cómo pedir una copia de tu planilla al IRScómo pedir una copia de tu planilla al IRS.

Es posible que al igual que la mayoría de los contribuyentes sepas que la W2 es el documento que te entrega tu empleador cada ano y que incluye el total de tu ingreso. Pero ¿Entiendes la información que este documento incluye? ¿Sabes lo que significan cada una de las casillas?

Tu empleador podría cometer un error y reportar la cantidad incorrecta de tu ingreso e impuestos pagados. Entiende tu W2 y revísala cuidadosamente al recibirla.

Incluir todas las deducciones apropiadas en tu planilla es la clave para reducir tus impuestos. Si no estás informado de las diferentes deducciones para la que calificas podrías estar pagando más impuestos de los que deberías y perdiendo dinero.

Tus gastos médicos son deducibles para fines tributarios. Estos incluyen honorarios médicos, así como medicamentos para tratar o prevenir alguna enfermedad e incluso el costo de servicios de hogar de ancianos.

También podrías deducir el costo relacionado con el uso de tu casa para fines comerciales. Si trabajas desde tu casa y tienes un área exclusiva para trabajar, te podrías estar perdiendo de esta deducción que beneficiaria grandemente.