El Santo Padre sigue de visita en el Líbano

Allí está siendo acogido por el presidente del país, que tradicionalmente es cristiano como parte del frágil equilibrio confesional del Estado.

Benedicto XVI se ha dirigido al pueblo libanés, que cuenta con un 53% de cristianos para lanzar un mensaje de concordia ahora que la violencia en Siria amenaza con agitar el polvorín de la sociedad del país y crear un conflicto a gran escala.

“Es necesario evitar la violencia moral o física, porque siempre es un atentado a la dignidad humana, tanto por parte del autor como de la víctima. Hay que hacerlo valorizando las obras pacíficas y lo hecho por el bien común, creando un interés por la paz”, ha dicho el Papa en su discurso.

El Pontífice ha propugnado el respeto a los cristianos en oriente. Grupos católicos han llegado de Jordania, Egipto e Irak para vitorearle.

Desde 1997, cuando Juan Pablo II viajó al país, no se había producido un desplazamiento oficial del Papa a territorio libanés.

Benedicto llega a la zona, además, en un momento tenso por las protestas en todo el mundo musulmán contra una supuesta película realizada por cristianos coptos en la que se ridiculiza a Mahoma.