¿Cómo se introduce la fiesta de Halloween en Chile?

El 31 de diciembre se celebra la Noche de Brujas o Halloween, festividad que tiene origen en la cultura celta, cuyo nombre es Samhain, que significa “fin del verano”, y que se realizaba una vez terminadas las cosechas.

Los emigrantes irlandeses llevaron esta costumbre a Estados Unidos, donde poco a poco fue adquiriendo popularidad, mientras que en Chile, esta moda comenzó a propagarse en los años 80, principalmente en los barrios altos de la capital, pero poco a poco se fue extendiendo en toda la sociedad.

La introducción de esta fiesta foránea en nuestro país tiene una razón: El comercio. Así lo explica el sociólogo de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Juan Christian Jiménez.

“Chile se basa en una economía abierta y de característica comercial. Normalmente está asociada al cine, al entretenimiento, a la forma de vida estadounidense y, por lo tanto, tienen todas las posibilidades de entrar, como cualquier otra festividad. Al igual que la Navidad, son celebraciones que vienen del norte del globo, en este caso Celtas, y que están asociadas a cuestiones agrarias, que es lo contrario de nosotros. Una de las transmisiones que posibilitan este tipo de infiltraciones está asociada al cine, el comercio y el entretenimiento”, asegura Jiménez.

El académico sostiene que Halloween no tiene  ningún  peso cultural, pero de todas maneras termina siéndolo. “Se trata de una cultura de intercambio económico, pero asociada como la tienen los mismo gringos, porque para ellos tampoco es una festividad propia, viene de Europa. Son consumidores de ciertos tipos de procesos que los hacen suyos, que les van dando cierta identificación”.

Consultado sobre si estas celebraciones afectan de una u otra manera la identidad de los chilenos, Jiménez cuestiona si realmente poseemos identidad propia. “Es un cúmulo de situaciones foráneas en todo sentido: coloniales, post-coloniales y precolombinas en algunas zonas. Y todas las festividades relacionadas con la iglesia tienen origen católico, por lo tanto tampoco son de acá, tienen que ver con la colonización. Entonces la franja identitaria no es más que un ideal. Un país que ha sido fundado en la oligarquía, siente temor ante la influencia de otras corrientes”, puntualiza.