Pedro Torres no había subido al montículo cuando ya le temblaban las piernas, porque pensaba en que lo sacarían a palo. El pícher zurdo vivía una incertidumbre al momento de lanzar, ya que la confianza en sí mismo era tan escasa como agua en el desierto. Tanta era su desconfianza y desilusión, que pensó colgar el guante en tan solo su segundo año en primera división, para dedicarse por completo a sus estudios de Ingeniería en Telecomunicaciones. No obstante, en medio de la oscuridad que le rodeaba encontró la luz y ahora está convertido en uno de los mejores serpentineros del Pomares 2021.
Torres ha alcanzado las mejores cifras de su aún joven carrera en la pelota criolla con el Frente Sur Rivas: 11 victorias, tres derrotas, siete juegos completos, cuatro blanqueadas, 1.73 de efectividad y 84 ponches; pero lo más llamativo es su mejoría en su comando de picheo, ya que otorga solo 17 bases por bolas en 93 innings. El tirador, de madre panameña y padre nicaragüense, luchaba contra el peor enemigo de un lanzador: el descontrol. Torres pasó de ser considerado un futuro pícher estelar a ser un lanzador poco confiable.
El pinolero, que nació en Costa Rica, menciona quiénes han sido los pilares en su recuperación, dejando atrás los fantasmas del descontrol. “Todo cambió desde la pasada Liga Profesional, ya que trabajé mucho en Chinandega con Vicente Padilla, William Juárez y Oswaldo Mairena. Ellos me ayudaron en los ajustes de mi mecánica de picheo y a recuperar la confianza. Yo no tenía comando en mis envíos, ese era mi gran problema. Ahora en Rivas sigo trabajando con base a eso con mi coach Juan Colmenares”, añadió Torres, de 24 años de edad.
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A su vez, Pedro Torres, quien es líder en WHIP (mide la cantidad de corredores por hit o base por bolas por inning) con 0.90, resalta que ahora trata de trabajar con más inteligencia a la hora de estar en la lomita. “Ahora varío mucho mis lanzamientos, ya no es como antes que solo tiraba recta y cambio, ahora puedo terminar a un bateador con mi slider y la curva”, enfatizó.
El líder del staff rivense está muy confiado con su buen momento, sin embargo, no se deja llevar por la emoción y trata de ir paso a paso. “Mi meta es llegar a las 15 victorias lo más rápido posible. Ya viene la segunda vuelta en el Pomares y quiero seguir ayudando al equipo con triunfos. Logrando 15 victorias, pensaré en llegar a las 20; ha sido bonita la competencia con mi amigo Braulio Silva (líder con 12 éxitos) y con Félix Carrasco (11) de Estelí”, destacó el zurdo.
Cerca de culminar sus estudios
El rivense está a una clase de culminar su carrera profesional en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). “Mi futuro en el beisbol dependerá si encuentro una buena oportunidad de trabajar acá en Nicaragua o fuera del país. Yo tengo la nacionalidad de Costa Rica y Panamá, y puedo trabajar en ambos países. Un lanzador lo más que puede jugar son 15 años o a veces menos, por eso estudié, porque después del beisbol los estudios te servirán para sobrevivir”, finalizó Torres.