“No te vayas papito lindo, no te vayas mi amorcito lindo”, eran los llantos desgarradores de María Luisa Flores Montiel, madre del menor de edad que perdió la vida la tarde del pasado sábado 31 de julio al caer de cabeza accidentalmente dentro de un balde con líquido desinfectante.
El niño recién había cumplido 15 meses, era hijo único y quedaba al cuido de sus abuelos paternos en el sector de Bartolomé, en La Gran Sultana.
Los padres del menor se encontraban aún en jornada de trabajo cuando fueron enterados de la trágica noticia.
“Yo estaba de turno, ya que trabajo como vigilante para la Alcaldía de Granada, cuando me llamaron para decirme que mi hijo estaba muerto” , dijo acongojado Noel Avilés, padre del niño.
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Según sus padres, todo fue rápido, “su abuela solo entró al cuarto, y cuando salió ya mi hijo estaba muerto”, relató entre lágrimas Flores Montiel. Añadió: “Era costumbre que mi hijo jugara en la sala y teníamos que estar pendiente de él, porque le gustaba andar destapando los baldes”, declaró.
Para investigar el caso
Lue1go de conocerse de los sucesos, al lugar se presentaron efectivos de la Policía para realizar las respectivas investigaciones del caso.
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“A los padres les digo, cuiden más a sus hijos a veces suceden las cosas, por que así Dios lo dispone, pero estemos pendientes de ellos”, recomendó María Luisa Flores Montiel, al lado del féretro de su hijo.
Los padres del menor de edad habitan en el Julián Quintana, en la tercera etapa, mientras que los restos mortales de su hijo descansan en el cementerio de Granada.