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Simpatizantes de CxL durante la presentación de la fórmula presidencial compuesta por el empresario maderero Óscar Sobalvarro y la exreina de belleza Berenice Quezada. LA PRENSA/ Archivo

De Montealegre a Monterrey: la historia de CxL

Ciudadanos por la Libertad se ha autoproclamado “la única esperanza de oposición al régimen” Ortega Murillo, pero debido a sus prácticas políticas continúa cosechando rechazo. Esta es su historia.

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Ciudadanos por la Libertad (CxL) es un partido político joven, no han pasado cinco años desde el día que fue reconocido como tal, el 9 de mayo de 2017. Pero en sus filas hay viejos actores de la política tradicional nicaragüense y, además, sus antecedentes se remontan a diciembre de 2005, cuando un grupo de disidentes del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) fundó el Movimiento Vamos con Eduardo (MVE). Es decir, con Eduardo Montealegre.

Actualmente el CxL se autoproclama, en palabras de su presidenta Kitty Monterrey, como “la única esperanza de oposición al régimen para todos aquellos nicaragüenses que anhelamos transitar de la dictadura a la democracia a través de la lucha cívica con nuestro voto”. Sin embargo, sus decisiones unilaterales han despertado rechazo y desaprobación incluso entre sus viejos aliados.

El reciente 24 de julio el excarcelado político Yubrank Suazo renunció a su precandidatura de primer diputado por Masaya debido a la “falta de consenso” entre el CxL y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, organizaciones que conforman la Alianza CxL.

Un día después la abogada María Asunción Moreno, precandidata presidencial, renunció al Comité Nacional de Enlace entre la Alianza Cívica y CxL. La razón, dijo, fueron “anomalías en la toma de decisiones” de CxL y la imposición de “viejas prácticas antidemocráticas de los políticos tradicionales”.

Luego, el 26 de julio, vino el descontento del ciudadano Américo Treminio, único precandidato presidencial de la Alianza CxL que había sobrevivido a la escalada represiva de la dictadura, que encarceló a los otros tres precandidatos de este grupo opositor: Arturo Cruz, Juan Sebastián Chamorro y Noel Vidaurre (con casa por cárcel).

Pese a que Treminio era el único precandidato que quedaba en la contienda, la dirección de CxL le dio las gracias por participar y le informó que el candidato oficial sería el excontra Óscar Solvalbarro, cuya fórmula para la vicepresidencia es la exreina de belleza Berenice Quezada. “CxL no fue leal” e irrespetó los acuerdos aprobados, se quejó Treminio, ingeniero informático que este año debutó en la política nacional.

Pero CxL ha defendido su fórmula presidencial con la misma beligerancia con que antes sostuvo su postura en contra de la unidad de los dos principales bloques opositores: la Alianza Ciudadana y la Coalición Nacional, a la que pertenece la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB).

En la actualidad, según su secretario nacional, Rodolfo Quintana, el partido cuenta con unos 65 mil miembros inscritos y carnetizados a nivel nacional, además de cinco alcaldías. En febrero de 2021 una encuesta de Cid Gallup lo ubicó con un 3 por ciento de aprobación de la población votante, contra un 62 por ciento que no simpatizaba con ningún partido político.

Esta ha sido su trayectoria.

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28 de julio de 2021. La ex Miss Nicaragua Berenice Quezada y el exjefe de la Resistencia nicaragüense, Óscar Sobalvarro, participan en la presentación de la fórmula presidencial de la opositora Alianza Ciudadanos por la Libertad (CxL). LA PRENSA/ Jader Flores

La semilla de CxL

La Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) llegó a la Asamblea Nacional como la segunda fuerza política del país, encabezada por Eduardo Montealegre. Se montó “sobre un desconocido político llamado Movimiento de Salvación Liberal, que tenía la virtud de estar legalmente inscrito, y la fuerza política del Movimiento Vamos con Eduardo, que carecía del soporte legal para participar en las elecciones del 2006, con su líder, Eduardo Montealegre como candidato a presidente”, explica un reportaje publicado por La Prensa en febrero de 2010.

Les caracterizaba una bandera roja con un signo de aprobación blanco al centro y al inicio tenían 23 diputados.

En las elecciones generales de 2006, cuando Daniel Ortega consiguió volver al poder, ALN llevó a Montealegre como candidato presidencial. Aunque quedaron como segunda fuerza política, en febrero de 2008 el Consejo Supremo Electoral (CSE) desarticuló el partido y la organización volvió a su nombre original: Movimiento Vamos con Eduardo (MVE). Así participó junto con el PLC (Alianza PLC) en las elecciones municipales de 2008, otra vez con Montealegre como candidato, pero ahora a la Alcaldía de Managua.

En 2009 el MVE se afilió al Partido Liberal Independiente (PLI) y junto con la dirigencia histórica de ese partido empezó un “proceso de renovación”. En 2015 lograron aglutinar a muchas organizaciones políticas opositoras en la Coalición Nacional por la Democracia y se constituyeron como principal fuerza opositora.

Sin embargo, en junio de 2016, la Corte Suprema de Justicia le quitó la representación legal del PLI a Eduardo Montealegre para entregársela a un político desconocido llamado Pedro Reyes. Y posteriormente, el 28 de julio de ese mismo año, la Asamblea Nacional despojaría de sus curules a 28 diputados del PLI que no reconocieron la autoridad de Reyes.

El 15 de junio de 2016 las autoridades del PLI destituidas anunciaron la constitución del Movimiento Ciudadanos por la Libertad (CxL), pero pasaría casi un año para que pudieran conseguir la personería jurídica.

Aunque en junio nació como movimiento, fue el 28 de noviembre de 2016 cuando un grupo de fundadores visitó el CSE para solicitar reconocimiento como partido político, aprovechando que en ese momento Daniel Ortega quería aparentar cierta apertura política afirma Rodrigo Quintana.

Según él, Eduardo Montealegre se retiró oficialmente de la política en 2016 y, por lo tanto, ya no tuvo ni ha tenido nada que ver con CxL. Al punto de que no aparece como fundador del partido.

Se consultó a Eduardo Montealegre sobre los comentarios que lo sitúan como una especie de “padrino” de CxL y la persona que está detrás de las decisiones de partido. En un mensaje respondió que él se separó de toda actividad política partidaria en julio de 2016 y que desde esa fecha ha estado “dedicado exclusivamente a actividades empresariales, principalmente en el campo agropecuario”.

“No sé nada de CxL ni de sus decisiones”, afirmó. “Como siempre me atribuyen muchas cosas a mí, pero en su gran mayoría sin ningún fundamento”.

Eduardo Montealegre fue candidato de ALN y de Alianza PLC como parte del Movimiento Vamos con Eduardo. CxL fue conformado por antiguos miembros de estas organizaciones políticas. LA PRENSA/ Archivo

170 asambleas

Para obtener una personería jurídica y estar listos para las elecciones municipales de 2017, CxL debía cumplir los requisitos. “En tiempo récord logramos hacer las 170 asambleas que exige la ley”, cuenta Rodolfo Quintana.

Los asambleístas se movilizaban como podían desde sus comunidades hacia las cabezas departamentales, para que el CSE pudiera enviar a un delegado a constatar que la actividad se había realizado. Los recursos, sostiene el secretario nacional, salieron de la misma gente. “Les dijimos ‘si realmente quieren que hagamos un partido, ustedes que son de El Ayote van a tener que ir a Juigalpa’”.

Todo esto, dice, se coordinó a través de un grupo de WhatsApp en el que participaba “gente que había sido de la directiva nacional, presidentes departamentales y directivos municipales”.

La primera asamblea se hizo en Nueva Guinea y en menos de tres meses ya habían completado 170, con una convención nacional, realizada el 19 de marzo de 2017, en la que Kitty Monterrey fue elegida presidenta. Fue entonces que el CSE les informó que hacía un pequeño detalle que se les había escapado: el programa político del partido también tenía que ser aprobado por la convención nacional.

La respuesta de CxL fue realizar otra convención, pero esta vez frente la sede del partido. En una calle de Managua, con sillas y equipos de sonido conseguidos por los propios miembros del partido.

El 9 de mayo de 2017 finalmente fue reconocido como partido político y participó en los comicios de 2017, en los que obtuvo el 9.52 por ciento de los votos válidos: 184,321 de 1 millón 937,873.

Kitty Monterrey, presidenta nacional del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL) desde marzo de 2017. LA PRENSA/ Archivo

Las elecciones regionales de 2019

Luego del estallido de las protestas de 2018 y la consecuente represión estatal que dejó más de 300 ciudadanos muertos, decenas de presos políticos y cientos de exiliados, CxL decidió participar en las elecciones regionales de la Costa Caribe, realizadas el 3 de marzo de 2019.

En ese momento la participación del CxL fue vista como un comportamiento propio de partido zancudo que se presta a un “circo electoral”, pese a que la dirigencia del partido explicó que solo estaban respetando la decisión de los pueblos autónomos, apoyándolos en su “defensa de la autonomía” a pesar de que estaban conscientes de que no existían condiciones para ir a comicios.

“Me voy a la cama con la seguridad que Ortega no se robará las elecciones de la Costa Caribe y que admitirá el triunfo del PLC y de CXL como segunda fuerza. Creo que ya estoy delirando. Buenas noches”, ironizó a través de su perfil en Twitter el periodista deportivo Miguel Mendoza, que hoy guarda prisión como reo político del régimen Ortega Murillo.

CxL obtuvo 8,394 votos en la Costa Caribe, contra los 81,695 que el CSE adjudicó al Frente Sandinista.

Ahora nuevamente su apuesta es ir a comicios pese a que no existen condiciones. Mientras siete precandidados presidenciales permanecen en prisión y una, María Asunción Moreno, está exiliada, el partido se ha decantado por la fórmula compuesta por un empresario maderero y una exreina de belleza.

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