El gobierno del presidente argentino, Alberto Fernández, mantiene suspendidas las relaciones diplomáticas con Nicaragua y aún no toma decisiones sobre el retorno del embajador en Nicaragua, Mateo Capitanich, quien fue llamado a consultas el pasado 21 de junio, señala este miércoles el diario La Nación de ese país sudamericano. Asimismo, indica que de acuerdo con fuentes gubernamentales, las acciones a considerar las estarían analizando con México, país que también retiró a su embajador en la misma fecha.
El rotativo refiere que mientras el embajador Capitanich intenta mantener las relaciones comerciales con Nicaragua a través de gobernadores de la región norte de su país, “la respuesta política del gobierno de Fernández es la de “congelar” todo vínculo con Ortega, aunque reaccionó con otro criterio sobre las repetidas protestas en Cuba contra el régimen de Miguel Díaz-Canel o sobre los acontecimientos en la Venezuela de Nicolás Maduro”, indica la nota.
“Si no hay señales en contra de lo que (Daniel) Ortega viene haciendo no va a volver (Capitanich a Nicaragua), contestan desde el Gobierno”, señala la nota.
“La decisión de Alberto Fernández se concreta después de que el presidente de Nicaragua presentara su postulación, por octava vez y con su mujer, Rosario Murillo, como candidata a vice, para la próxima elección, mientras los principales opositores han sido encarcelados u obligados a dejar el país, amenazados por las fuerzas que responden al sandinismo”, agrega la información periodística.
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Fernández cuestionó la semana pasada el bloqueo comercial contra Cuba.
La información agrega que “en una muestra de ese distanciamiento, el Presidente retuiteó un fragmento de una entrevista al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, en la que recomienda “a Ortega o cualquier gobernante” que “no se sienta insustituible o imprescindible”, porque eso trae “un poco de dictadura” en aquel país”. El tuit original es del periodista Bruno Bimbi.
De la mano con México
La Nación señala que respecto a la estrategia con Nicaragua, “fuentes oficiales agregan que “lo que se decida se va a hacer en conjunto con México, lo van a a decidir Alberto (Fernández) y (Andrés Manuel López Obrador)”, que también retiró su embajador en Nicaragua el mismo día que Argentina”. El embajador mexicano en Nicaragua es Gustavo Cabrera.
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Añade que “según conversaciones de las que participaron el embajador Capitanich y la Cancillería, las recientes y nuevas sanciones de la Unión Europea contra Ortega y Murillo, que incluyen la prohibición de entrada de ambos al continente y el congelamiento de sus bienes si los tuvieran, “solo tira más leña al fuego” y no contribuye a estabilizar la situación ni al bienestar de los 6.5 millones de nicaragüenses”.
Tras Argentina y México, hace una semana el gobierno de Colombia llamó a consultas a su embajador en Nicaragua, Alfredo Rangel.