John Lennon, Yoko Ono y Gibraltar: así fue la boda más excéntrica del pop

Duró 10 minutos, fue la culminación de una serie de intentos descabellados de la pareja por casarse y dio lugar a la luna de miel más famosa del mundo. Así se casaron John Lennon y Yoko Ono.

Yoko Ono y John Lennon después de su boda en Gibraltar.

© Cordon Press

Hastiados por la persecución de los paparazzi londinenses, John Lennon y Yoko Ono habían planeado una boda secreta. Su idea inicial era darse el sí mientras cruzaban el Canal de La Mancha pero ni siquiera pudieron subir a bordo del ferry The Dragon por irregularidades en sus pasaportes. Tampoco lo consiguieron después de volar a París, por problemas burocráticos.

Eran las ocho y media de la mañana del 20 de marzo de 1969 cuando John y Yoko aterrizaban en Gibraltar. Allí, como ciudadano británico, el cantante podría desposar por fin a la mujer que marcaría su destino. Hoy se cumplen 48 años de la boda más odiada del imaginario pop.

Fue a las nueve en punto, nada más abrir el consulado inglés, y no duró más de 10 minutos. Los dos de pie, de blanco, frente al secretario del registro civil Cecil Wheeler, que ofició la ceremonia. Él llevando sus míticas lentes redondas y ella con unas gafas de sol que le cubrían medio rostro y no se quitó en ningún momento de su estancia en la vieja colonia británica.

Sombrero de ala ancha, minifalda, calzas hasta la rodilla y zapatillas Superga fue el look elegido por una descendiente directa del noveno emperador de Japón, cantante y artista incomprendida, para convertirse en la mujer del líder de la banda más aclamada de la historia. Según ha contado el periodista Julián Ruiz , Yoko nunca ha vuelto al “horrible” Gibraltar. “La roca del fin del mundo”, como le gustaba llamarlo a John Lennon.

“Elegimos Gibraltar porque es tranquilo, británico y amistoso. Antes lo habíamos intentado en todas partes. Yo había decidido hacerlo en el transbordador para llegar a Francia ya casados pero no nos dejaron. Tampoco tuvimos demasiado éxito con los buques de crucero. Lo intentamos en las embajadas pero en Alemania se requerían tres semanas de residencia y en Francia, dos”, explicaría luego el propio cantante, según recoge Barry Miles –miembro del círculo íntimo del grupo en los sesenta– en su libro El diario de los Beatles (Editorial Ma Non Troppo) .

Se trataba de la segunda boda para el beatle y la tercera para la japonesa. Junto a ellos tan sólo hubo dos testigos presentes: David Nutter, un fotógrafo reclutado por Lennon para la ocasión, y Peter Brown, que se había hecho con el management del grupo tras la muerte de Brian Epstein dos años antes. La idea de la boda en Gibraltar fue de Brown, como después revelaría la letra The Ballad of John and Yoko . Aquel tema grabado por John Lennon y Paul McCartney –dicen algunos que a traición mientras George Harrison estaba de vacaciones y Ringo Starr trabajaba en la película The Magic Christian– resultó ser un detallada crónica de aquel día.

Finally made the plane into Paris
honeymooning down by the Seine
Peter Brown called to say
"you can make it okay
"you can get married in Gibraltar, near Spain"

Christ, you know it ain't easy
you know how hard it can be
the way things are going
they're gonna crucify me

Después del enlace llegaría la foto delante del Peñón de Gibraltar con Lennon mostrando el certificado de matrimonio como un auténtico trofeo. Algo comprensible teniendo en cuenta el trajín que les llevó conseguir algo tan sencillo como firmar el papel que sellaría la unión más criticada de la historia de la música. Sólo llevaban 70 minutos en Gibraltar cuando subieron de nuevo al jet privado que los llevó de regreso a París para alojarse en el hotel Plaza Athénée.

“Es mi diosa del amor, ella llena mi vida”, dijo Lennon de su compañera. La pareja se había conocido tres años antes, en 1966, cuando John estaba casado con su novia de la adolescencia Cynthia Powell. Un relación que terminó el mismo día en que ésta les encontró desayunando juntos en su casa. ** Yoko llevaba su bata puesta y John resolvió la situación con un simple “hola”.**

El 25 de marzo de 1969, cinco días después de su boda en Gibraltar, John y Yoko viajaron a Amsterdam como parte de su luna de miel. La guerra de Vietnam ocupaba todas las portadas y Nixon había mandado tropas a Laos y Camboya. Así, su viaje de novios acabó convirtiéndose en una suerte de oda a la paz que articularon sin salir de la cama durante siete días en lo que se llamó el ‘bed-in for peace’. Fue en la habitación 402, la suite presidencial del Hilton de la ciudad, en un encierro voluntario al que estuvo invitado la prensa. Ono y Lennon recibieron a los periodistas bajo las sábanas, abrazados y vestidos con pijamas blancos, rodeados de flores, una guitarra y letreros que rezaban 'Hair Peace' y 'Bed Peace'. “La gente debería de dejar de pelear y quedarse en la cama”, sentenció Yoko. “Estamos mandando un mensaje al mundo, especialmente a la juventud que quiere protestar sin violencia”.

John Lennon y Yoko Ono durante su luna de miel.

© Cordon Press

Lennon cambió su nombre oficialmente en abril de 1969 para añadir Ono como segundo apelativo. Lo hizo en una ceremonia celebrada en la azotea del edificio de Apple Corps, la misma en que The Beatles habían dado su último concierto pocos meses antes. El 9 de octubre de 1975 nacía Sean Taro Ono Lennon, el único hijo de la pareja. El pequeño por el que el líder de The Beatles se apartó de la música durante cinco años para cuidarle a petición de su ya esposa.

“La culpa de todo la tiene Yoko Ono” cantaban Def con Dos en los 90 . Su relación siempre fue tan polémica como mediática. Incluso se hicieron sellos para conmemorar la boda. Se emitieron el 20 de marzo de 1999 y aún se pueden comprar por ebay .

Hace justo un año, en marzo de 2016, aparecieron las 118 fotografías que David Nutter tomó aquel día : John y Yoko pronunciando sus votos; compartiendo sus primeras confidencias como matrimonio en la parte trasera de una limusina, haciéndose carantoñas en su jet privado tras la ceremonia... Las imágenes habían desaparecido en 1975 después de que Nutter se las prestara Anthony Fawcett, un antiguo asistente de Lennon, para que las usará en su libro John Lennon: One Day At A Time. Con un valor estimado en 100.000 libras, fueron localizadas por un reportero del Mail on Sunday que se hizo pasar por coleccionista e intentó comprarlas. “Cuando le pedí que me las devolviera, me dijo que su apartamento había sido embargado y se lo habían llevado todo”, contó Nutter al tabloide británico sobre la pérdida de las instantáneas. Según el periódico, los negativos de aquellas imágenes están en manos de Geoffrey Giuliano, un reconocido biógrafo de The Beatles residente en Tailandia. Pese a haber enviado las hojas de contacto como prueba y haber pedido una transferencia bancaria a su cuenta, Giuliano acabó rompiendo las negociaciones al sospechar que el comprador era un enviado de Yoko Ono.

Que hubieran acabado en sus manos es algo que no habría gustado a ninguno de esos fans que consideran que Yoko Ono fue la causante de romper la magia de los Beatles. Tampoco a los que la culpan, incluso, de su muerte ya que, para escapar de la turbulenta situación que el artista vivía tras la separación de la banda, fue ella quien decidió que se mudaran al conocido edificio Dakota de Nueva York. El portal frente al que Lennon acabaría siendo asesinado el 8 de diciembre de 1980 a manos de Mark David Chapman.

Un triste final para la historia de amor más excéntrica del siglo XX. Una historia icónica que ha sobrevivido a la muerte de Lennon. “En cierta manera ambos arruinamos nuestras carreras por estar juntos”, reconoció Yoko en una entrevista concedida en 2012 a la periodista Chrissy Lley del Daily Telegraph .